Fieramente defendida por los hermanos Hernández, conducida con maestría y ritmo por Griezmann y Rabiot, animada por la imaginación de Coman en el extremo derecha y brutalmente decisiva en las botas de Mbappé, la selección de Francia se clasificó para la Eurocopa de 2024. Lo hizo sin apenas registrar oposición, este viernes en Ámsterdam, ante un equipo de Países Bajos diezmado por una epidemia de bajas.
1
Bart Verbruggen, Aké (Mickey van de Ven, min. 80), Virgil Van Dijk, Quilindschy Hartman, Lutsharel Geertruida, Xavi Simons (Steven Bergwijn, min. 80), Marten de Roon (Mats Wieffer, min. 45), Tijani Reijnders, Denzel Dumfries (Jeremie Frimpong, min. 62), Joey Veerman y Wouter Weghorst (Malen, min. 38)
2
Mike Maignan, Ibrahima Konate, Theo Hernández, Lucas, Jonathan Clauss (Malo Gusto, min. 79), Aurelien Tchouameni, Rabiot, Griezmann (Youssouf Fofana, min. 86), Kingsley Coman (Giroud, min. 70), Randal Kolo Muani (Marcus Thuram, min. 79) y Kylian Mbappe
Goles 0-1 min. 7: Kylian Mbappe. 0-2 min. 52: Kylian Mbappe. 1-2 min. 83: Quilindschy Hartman.
Árbitro Felix Zwayer
Tarjetas amarillas Joey Veerman (min. 28), Denzel Dumfries (min. 50), Aurelien Tchouameni (min. 93) y Kylian Mbappe (min. 95)
“¡Vamos chicos!”, les animó la voz de bajo de Virgil van Dijk. El capitán lo veía venir. Las caras de los jóvenes Reijndeers, Veerman, Simons y De Vrij traslucían angustia en el túnel de vestuarios del Johan Cruyff Arena, templo del fútbol holandés. Afuera, la multitud abarrotaba las gradas. La expectación era máxima. Enfrente esperaba Francia, la plantilla más potente de Europa, equipo invicto en el Grupo B, que llegaba a la cita tras cinco victorias en cinco jornadas, 12 goles a favor y ninguno en contra. Un invasor implacable en la imaginación de los chicos de Países Bajos, obligados a ponerse a la altura del listón y salir del paso de la crisis de lesiones que sufre su equipo.
La lista era imponente: Gakpo, Depay, Luuk de Jong, Frenkie de Jong, Klaassen, Timber, Berghuis, Cillessen, De Ligt y Koopmeiners. Un pelotón demasiado sustancial en un país de recursos limitados. Ausencias imposibles de cubrir sin exhibir problemas serios frente a Francia. Dificultades desde el primer pase al último. Por más que Koeman organizó a sus jugadores para que simplificaran las transiciones al máximo —cambiando de orientación continuamente, buscando al nueve con balones de 40 metros que saltaban líneas, y procurando evitar el juego interior a toda costa— la circulación del balón se perdió en los primeros toques. Pocos quisieron la pelota en la salida y pocos la recibieron con tiempo en los últimos metros. El público holandés, tan exigente, tan sibarita, mendigó una jugadita por caridad, sin recibir más concesiones que las que ofreció el rival, la Francia de Deschamps, siempre inclinada a dejarse dominar un poco. Pero ni así. Van Dijk y sus muchachos no tuvieron con qué aprovecharse de nada. Por momentos, el dominio visitante se hizo abrumador.
A los siete minutos de partido Coman desmanteló el baluarte izquierdo de la defensa oranje, formada en línea de cinco pero incapaz de anticipar las acciones de una maniobra vertiginosa. Griezmann se asomó al vértice de la jugada, apoyó al extremo, y del desarreglo resultante se aprovechó Mbappé, fuera del radar de Geertruida y lejos de la marca de Vab Dijk, que se ocupó de Kolo Muano, el punta del PSG. Aparición, volea y gol.
Malo Gusto y Quilindschy
Hecho el 0-1, Francia se replegó unos pasos y Holanda fue incapaz de avanzar en los espacios que cerraron Tchouameni y el reparto que le acompañó en el mediocampo. El pivote del Madrid solo tuvo que sentarse en el sofá y extender las piernas sobre la mesa del salón. Le atendieron estupendamente. Rabiot es generoso. En todas direcciones, también para asistir a Mbappé con una pared majestuosa, previa al 0-2.
El partido parecía cerrado cuando transcurrida la hora Deschamps resolvió dar descanso a los titulares. Gotearon los cambios. Salió Clauss y en el lateral derecho se instaló un chico de nombre premonitorio: Malo Gusto. Suficiente para que un imberbe carrilero del Feyenoord bautizado Quilindschy y apellidado Hartman, se cubriera de gloria en su debut con un puñado de picardías, una con resultado de gol.
Portugal y Bélgica dan un paso decisivo
En el otro encuentro del Grupo B, Grecia le ganó a Irlanda a domicilio (0-2) y se adelantó a Holanda en la tabla. En los otros partidos más relevantes de la jornada Portugal se impuso a Eslovaquia (3-2) y aseguró el liderato del Grupo J; mientras que Bélgica se llevó la victoria en su visita a Austria en Viena (2-3) y aseguró su participación en el torneo que se celebrará en Alemania el año que viene.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.