El riesgo de cáncer colorrectal (CCR) es de 3 a 4 veces mayor en familiares de primer grado de pacientes con que han sufrido este tumor. Se considera que estos individuos son candidatos para la detección mediante colonoscopia a partir de los 40 años, pero este enfoque se asocia con una tasa de aceptación subóptima, de apenas el 50%, asegura una investigación publicada en ‘Plos Medicine‘.
Estos datos, señala a ABC Salud el autor de este estudio, Enrique Quintero, Prof. de Medicina Universidad de La Laguna y del Instituto Universitario de Tecnologías Biomédicas (ITB), muestran que «se están perdiendo oportunidades muy valiosas para la detección del cáncer colorrectal en nuestro país, una cáncer que es prevenible si se hiciera prevención».
La investigación se ha realizado en 7 Comunidades Autónomas sobre un total de 870 familiares -padres, hijos y hermanos- de pacientes que había tenido cáncer de colon en los últimos dos años. Se trata, señala Quintero, de personas cuyo riesgo de padecer este cáncer a lo largo de su vida es del 12 o 15%, mientras que el de la población general es del 6%,
El cáncer colorrectal es uno de los tumores más frecuentes tanto en hombres como en mujeres. Supone el 15% de todos los tumores y presenta una supervivencia media a los cinco años desde el diagnóstico de un 57%.
Además, es una causa muy importante de muerte, ya que en el año 2020 fue la segunda causa de muerte por tumores (15.125 muertes), tan sólo por detrás del cáncer de pulmón (21.918 muertes).
La mitad de los mayores de 50 años que son la población diana no se hacen el test de sangre en heces
Los expertos insisten que en este tipo de tumor la prevención primaria «es fundamental», no solo para prevenir el cáncer colorrectal, sino también muchos otros tumores y enfermedades crónicas.
La detección precoz ha demostrado ser una de las estrategias más coste-efectivas y equitativas para disminuir el número de casos de cáncer invasivo y mejorar el pronóstico. Y es que, la detección de un cáncer a tiempo, en estadios iniciales, «puede llegar a aumentar la supervivencia tras el diagnóstico hasta en un 95%».
Programas autonómicos de cribado
De ahí la importancia de participar en los programas autonómicos de cribado de cáncer colorrectal para poder detectar la enfermedad de manera temprana y aumentar la supervivencia.
Desafortunadamente, el cáncer de colon no tiene su propia ‘mamografía’. La opción más fiable es la colonoscopia, que permite estudiar con una videocámara el colon y el recto, pero es incómoda, cara y requiere sedar al paciente para hacerlo sin sufrimiento. Otra alternativa como método de cribado es el test de sangre oculta en heces, una prueba que como su nombre indica consiste en buscar un posible sangrado, uno de los síntomas de tumor colorrectal. Es eficaz y económica, pero tampoco es perfecta: no predice lesiones precancerosas y, sobre todo, no ha conseguido calar; la mitad de los mayores de 50 años que son la población diana no se hacen este test a pesar de que el cáncer de colon es uno de los más comunes en España.
La detección de un cáncer puede llegar a aumentar la supervivencia tras el diagnóstico hasta en un 95%
Enrique Quintero
Universidad de La Laguna
Desde 2006 se han puesto en marcha programas de cribado de cáncer colorrectal en todas las comunidades autónomas. Estos programas, dirigidos a mujeres y hombres entre 50 y 69 años, se realizan mediante un test de sangre oculta en heces cada dos años y, cuando es necesario, con una colonoscopia con sedación (en los casos en los que el primer test ha sido positivo).
Desgraciadamente, se lamenta Quintero, hay una disparidad enorme en la realización de estos programas en Españas. «Tenemos tasa de participación que superan el 65-70% como País Vasco, Cataluña o Navarra, y otros, donde apenas llega al 30%». En su opinión, debería haber una única estrategia de cribado para esta cáncer e España. En algunas CCAA, dice «solo mandan una carta y tardan demasiado tiempo en hacer la colonoscopia si el test es positivo. Es inaceptable porque una detección precoz puede hacer el cáncer se curable».
Miedo a saber
De acuerdo con esta nueva investigación, incluso la aceptación de estas estrategias en la población con riesgo familiar es baja.
Los resultados mostraron que la tasa de cumplimentación de los participantes asignados al azar a una colonoscopia única o como las de los de aquellos asignados a un test de sangre en heces anual durante 3 años consecutivos, seguido de una colonoscopia de seguimiento en caso de prueba positiva, fue similar: 36% versus 34%, respectivamente.
Para este experto, los hallazgos de este ensayo indican que el test de sangre en heces no tiene la capacidad de aumentar la aceptación de la detección en la población con riesgo familiar de cáncer de colon.
Así, señala Quintero, el hecho de que más del 50% de las personas elegibles se negaron a participar indica que se deben «implementar medidas educativas novedosas para mejorar la conciencia de las personas en riesgo y sus proveedores»
¿Cómo? Quintero propone promover la educación no solo entre la población, sino también la de algunos profesionales sanitarios. «Hay médicos de familia que no saben que los familiares de personas con cáncer de colon menores de 40 años deben hacerse la prueba».
Para Quintero, las razones de este baja adhesión a la detección en esta población son una incógnita. «Pensamos que el miedo puede ser un factor importante, aunque también puede influir la percepción de estar sano».
En cualquier caso, reconocen los autores en su artículo, se necesitan estudios futuros para evaluar si la adhesión a la detección puede mejorarse en estas personas a través de su inclusión en programas de detección a nivel de la población o mediante la oferta de una elección entre test fecal y detección mediante colonoscopia.