Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al utilizar el sitio web, usted acepta el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Haga clic en el botón para consultar nuestra Política de privacidad.

Jorge Martín se impone a Bagnaia bajo un aguacero y aprieta la pelea por el Mundial de MotoGP | Motociclismo | Deportes

Jorge Martín se impone a Bagnaia bajo un aguacero y aprieta la pelea por el Mundial de MotoGP | Motociclismo | Deportes

Jorge Martín está en el mejor momento de su trayectoria deportiva. A sus 25 años, el piloto madrileño se siente más fuerte que nadie y acecha el liderato del campeonato del mundo tras conseguir su tercer pleno de la temporada (pole, victoria al sprint y en la carrera larga del domingo) en este atropellado GP de Japón. La carrera en Motegi le presentó al aspirante al título otro reto mayúsculo bajo condiciones cambiantes de lluvia, y lo superó de nuevo con nota para seguir recortándole puntos al líder del certamen y número uno de la categoría, el italiano Pecco Bagnaia. La nota de color la puso Marc Márquez, tercero en un fin de semana de reuniones con los jefes de Honda y en casa de Honda, con quien solo él sabe si seguirá compitiendo el año próximo.

La victoria de Martín llegó en circunstancias curiosas. La carrera, que se había suspendido por la gran cantidad de agua en pista y las malas condiciones de la misma, se retomó al cabo de unos minutos. Los pilotos iniciaron la vuelta de calentamiento y ni siquiera pudieron reemprender la marcha. Dirección de carrera volvió a mostrar bandera roja. La visibildad en pista era casi nula. Y el aguacero había convertido el trazado en una pista de hielo. Mantuvo en todo momento la sangre fría el piloto del Pramac, que supo gestionar las espantadas de caída y la presión de sentirse cada vez más cerca del sueño de su vida. La segunda bandera roja y la suspensión definitiva de la carrera tras 13 vueltas disputadas le dieron un triunfo que le sitúa a tan solo tres puntos de la cabeza del campeonato.

La lluvia que había respetado a las motos a lo largo del fin de semana en Motegi llegó a minutos de la salida del gran premio. Empezó tímida y chispeante, y el procedimiento de salida fue declarado en seco. Con los neumáticos lisos, Martín arrancó resolutivo y evitó los toques por detrás, que volvieron a afectar Marco Bezzecchi, la tercera Ducati inmiscuida en la lucha por el título. La peor parte se la llevó Maverick Viñales, que terminó con su Aprilia en la grava instantes después de mostrar su desacuerdo con la decisión de los comisarios de declarar la carrera en seco. Por delante, el madrileño cedió a propósito su posición preeminente y se situó detrás de Bagnaia para copiarle la estrategia en el cambio de moto.

No había mucho que pensar. La pista se empapó con rapidez y la mayoría de pilotos enfilaron el camino de los boxes. Entraron los candidatos al título y los aspirantes a la victoria para subirse a la segunda montura, ya con gomas y reglajes para mojado, y salieron comprimidos sin apenas espacio en el carril de boxes. Fabio Quartararo y otros cuatro pilotos apostaron por jugársela y mantenerse en pista, pero la apuesta fue en vano. En paralelo salieron a por el liderato virtual Martín, un Aleix Espargaró que remontó de la novena plaza a la segunda en el primer giro y Marc Márquez, con ganas de pescar una victoria balsámica bajo el aguacero. El puntal de Honda, que logró marcar la diferencia cuando la pista se encharcó, pudo celebrar su primer podio del año un domingo junto a los contendientes a la corona, ambos a lomos de una Ducati.

En la tercera vuelta, ya con las gomas rayadas, Martín sufrió un fuerte susto y cayó de la sexta a la décima plaza. Pisó la pintura pero mantuvo la moto erguida para evitar la caída. En apenas dos vueltas, el madrileño superó a ‘Bez’ y cuando vio que Bagnaia se iba a por Espargaró, por delante, se apresuró a la hora de superar también a Márquez. En un momento de forma envidiable, Martinator sacó el mazo y en la sexta vuelta superó a su gran rival por el campeonato y luego a su gran amigo y vecino en Andorra para colocarse líder.

Pletórico, Martín siguió entonces con su guión habitual. Sin problemas de visibilidad, impuso un ritmo lo suficientemente arriesgado para despegarse de la Ducati número uno, pero lo suficientemente precavido para evitar una caída y un golpe de teatro en el campeonato. Después de sus plenos en el GP de Alemania y el GP de San Marino, de nuevo nadie más logró acercársele en un GP de Japón que le sitúa como el piloto a batir con su Desmosedici de equipo satélite. Es tan solo la cuarta victoria de su trayectoria en la categoría reina, pero en su tercera temporada su ritmo endiablado y la regularidad le han convertido en la alternativa al campeón Bagnaia.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

By Alexander J. Mendoza

Articulos relacionados